Tanto en el caso de edificios antiguos como en viviendas de nueva construcción nos encontramos con frecuencia el problema de la falta de aislamiento y confort. Aparte de la carencia de eficiencia energética y del daño medioambiental que supone, esta circunstancia puede provocar, entre otras molestias e incomodidades, que los gastos de luz y calefacción sean desmesurados tanto en verano como en invierno.
Se trate de obra nueva o de rehabilitación de una fachada, el Código Técnico de Edificación (CTE) contempla una serie de criterios para reducir todo lo posible el consumo de energía dentro de los edificios. El aislamiento de fachadas en Granada lo realizamos basándonos en dichos criterios. Esto conlleva tomar una serie de medidas que garanticen el óptimo aislamiento térmico.
Principales opciones para el aislamiento de fachadas
Básicamente existen tres sistemas:
- Revestimiento de fachada por el exterior: por una parte, el Sistema de Aislamiento Térmico Exterior (SATE) consiste en el uso de un revestimiento aislante de múltiples capas que va protegido por un mortero. Por otra, tenemos el Sistema de Fachada Ventilada, que se realiza fijando sobre la pared de una capa de aislamiento con estructura metálica.
- Rellenado de cámaras de aire: que se aplican dentro del muro con aislante, para lo que suele utilizarse poliuterano, poliestireno, lanas minerales o celulosa. Una opción muy frecuente cuando no es posible rehabilitar la fachada exterior.
- Aislamiento térmico en paredes interiores: para el que se utilizan trasdosados aislantes.
¿Cuáles son los aislantes térmicos más eficaces?
Dentro de los aislantes térmicos encontramos dos familias principales: las lanas minerales (lana de roca y fibra de vidrio) y las espumas plásticas derivadas del petróleo (poliestireno y poliuretano).
A la hora de desarrollar nuestro trabajo de aislamiento térmico de fachadas en Granada, los materiales aislantes térmicos que solemos utilizar, por su probada eficacia, son los siguientes:
- Poliestireno expandido: a nivel popular la forma más conocida de poliestireno son esos trozos de espuma blanca muy ligeros con el que se rellenan algunas cajas. El poliestireno expandido es un derivado, a través de un proceso de calentamiento, que se utiliza como aislante térmico en forma de planchas de diferente grosor y densidad.
- Poliestireno extruido (XPS): de idéntica composición química al anterior, la diferencia radica en su estructura, que en este caso es de burbuja cerrada. Por ello, el poliestireno extruido es el único aislante térmico que puede mojarse sin perder ninguna de sus propiedades.
- Losa filtrón: se trata de un pavimento aislante y drenante compuesto por una base de poliestireno extruido y una capa de hormigón poroso de altas prestaciones. Normalmente se utiliza para terrazas y cubiertas.
- Lana de roca de alta densidad: el uso de este material, fabricado a partir de la roca volcánica, es frecuente en la construcción como aislante térmico y para la protección pasiva contra el fuego, debido a su estructura fibrosa multidireccional. Su carácter mineral hace que sea un material que no envejece ni se deforma con el paso del tiempo.
La importancia de la pintura térmica como material aislante
Otro de los materiales aislantes a tener en cuenta es la pintura térmica, que se utiliza en el mundo de la construcción para mejorar el aislamiento de fachadas y otras estructuras, ya se trate de climas fríos o calurosos.
Se trata de una solución de alta tecnología desarrollada mediante el uso de nanopartículas. Existen pinturas térmicas para uso interior y exterior. Su utilización como material aislante ahorra gastos en calefacción y aire acondicionado, combate las bacterias, es resistente a la suciedad y es una pintura antimoho, entre otras propiedades.