Cuando llega el buen tiempo, sobre todo en una ciudad donde se alcanza altas temperaturas como Granada, disfrutar de una piscina es siempre una experiencia agradable y placentera. Sin embargo, las piscinas no están exentas de sufrir fugas de agua, lo que puede conllevar un coste económico y problemas estructurales que deben atenderse debidamente.

Como sucede en muchos problemas de infraestructuras, la clave reside en detectar la fuga o filtración de agua lo antes posible y la causa de su aparición. Para ello, recomendamos siempre un mantenimiento y una supervisión periódicas a lo largo del año, sobre todo cuando la piscina no está en uso como en invierno, debido a que una solución de impermeabilización de piscinas puede requerir un trabajo de 1 a 3 semanas de duración.

Causas de que una piscina pierda agua

Hay causas naturales por las que las piscinas pierden agua. Estos casos no son preocupantes y dependen de la zona donde esté la piscina construida o instalada. No es lo mismo, por ejemplo, la humedad y las altas temperaturas que sufre una piscina en Granada a una instalación idéntica en el norte de España. La evaporación del agua, así como la actividad que tenga de forma diaria, son elementos a tener en cuenta.

Lo que debe preocuparnos es que la piscina pierda agua debido a fugas hidráulicas o estructurales. Las primeras están relacionadas con la circulación del agua y el filtrado de la piscina (principalmente tuberías).

El segundo caso se produce cuando el problema está en el vaso de la piscina, lo que requiere un completo trabajo de impermeabilización.

No obstante, la detección de una fuga constante de agua es solo el primer paso. Es también importante la identificación del problema. En la mayoría de casos, una piscina requiere rehabilitación debido a que una mala construcción provoca a la larga que pierda agua.

No es el único motivo, aunque sí el más frecuente. También el tiempo y los años pueden dañar una estructura demasiado antigua y provocar pérdidas de agua, de ahí que sea tan recomendable una revisión periódica de las instalaciones. Incluso seísmos o movimientos de tierra pueden causar problemas en la estructura.

Del mismo modo una impermeabilización no realizada correctamente o con materiales que no son de suficiente calidad, puede no ofrecer una solución efectiva a la pérdida de agua, por eso en Cantitec siempre optamos por materiales de primera calidad.

Impermeabilización de una piscina que pierde agua

Hoy en día hay muchas opciones de impermeabilización de una piscina que pierda agua o de una piscina de obra nueva que se quiere construir para residenciales o comunidades, previniendo futuras fugas de agua.

Impermeabilización de piscina con mallas de baldosas de gresite o planchas vítreas Cantitec

La importancia de la pintura térmica como material aislante

De forma general, la piscina con gresite de obra es la más resistente. Además, estéticamente también ofrece acabados muy atractivos, pues al permitir utilizar varios colores, es posible crear dibujos y tonalidades diversos en el fondo de la piscina.

En lo relativo al mantenimiento del agua, además de la impermeabilización que pueden ofrecer las mallas de baldosas de gresite o planchas vítreas, se aplica capas de material impermeabilizante para evitar cualquier filtración.

En cuanto a los elementos útiles en el proceso, el mortero impermeabilizante es uno de los que mejor resultados da, debido a que si es de buena calidad permite cubrir grandes superficies, ofrece una alta adherencia y tiene la flexibilidad suficiente como para soportar la gran presión que el agua ejerce en la piscina.

Lámina armada (PVC)

La lámina armada (PVC) es otro material utilizado para la impermeabilización de piscinas, que está cobrando cada vez mayor aceptación. Es un producto ya presente en numerosas piscinas de Europa, que ha llegado a España ofreciendo una total estanqueidad.

Están fabricadas en PVC y se forman con dos capas que en medio llevan una malla de poliéster. Se adaptan a cualquier superficie y cada vez ofrecen resultados más variados a nivel estético y también en relación a su textura, que es diferente a la del gresite.

Las láminas armadas, además de ser resistentes y adaptables a cualquier tipo de piscina, tienen como ventaja adicional que son más rápidas de instalar.

Piscina de poliéster

Por último, también vale la pena destacar la opción de las piscinas de poliéster ante la búsqueda de una perfecta impermeabilización. Estas piscinas son muy económicas y se pueden instalar en el terreno que se prepare para ello, sin tener que construir un vaso de hormigón como las piscinas tradicionales de gresite.

La piscina de poliéster está previamente fabricada en una estructura preparada para resistir el peso del agua y del suelo en el que se colocará. Gracias a ello, el trabajo de instalación es más sencillo, pues solo hay que preparar el terreno, colocar la piscina y adecuar el entorno de forma estética y segura.

Este tipo de piscinas son aplicables tanto en residenciales como en comunidades, puede escogerse un tamaño adecuado en cada situación y la preparación del terreno y su instalación apenas requieren unos pocos días.